Las cartas en el periódico catalán "La Vanguardia"
El 15 de Junio de 1990 aparecía en la sección de "cartas al Director" del rotativo barcelonés "La Vanguardia"(2) un escrito firmado por Pere Carbó en el cual relataba haber sido despertado la noche del 28 de Mayo anterior por los "insoportables graznidos" de un ave de grandes dimensiones, que él establece entre 3 y 5 metros. En el escrito, preguntaba por otros testigos y señalaba su extrañeza de que la prensa no se hubiera ya hecho eco sobre la presencia de dicho ser.
Cuatro días más tarde llega la respuesta a través de la carta de José García García en la que señala haber contemplado el volátil los primeros días de junio, junto a más testigos, en otro barrio de Barcelona, la antigua Ciudad Condal. El nuevo informante indica que los graznidos "hacían vibrar los cristales", establece unas dimensiones de unos 8 metros de ala a ala, describe una silueta de paloma y la relaciona con la desaparición de gatos que se desvanecen de los balcones, pero cuyos cadáveres no aparecen en las calles. P Pero eso no es todo. La visión de conspiración que apuntaba Carbó, aquí se explicita. García acusa: solamente se nos informa de lo que se quiere. Y tal silencio oficial es exactamente el mismo que se sostiene con respecto a los ovnis. Finaliza su escrito proponiendo una solución: "que esta horrible ave fuera una mutación que estuvieran experimentando las palomas de Barcelona"
La tercera carta se publica solamente un día después y viene firmada por un tal Xavier Tutusaus(3) estudioso botánico y faunista. Este "naturista" nos aclara que el ave es "Avis cervus" o peritio de transito hacia Madagascar - o tal vez la Atlántida - pero que resulta totalmente inofensiva a los humanos. Nos expone también que fue descrita ya por el Rabino Aarón Ben Chaim en un opúsculo consagrado a bestias fantásticas, del que se disponía de algún fragmento depositado en la Universidad de Munich(4) desaparecido en la Segunda Guerra Mundial.
Aaron Ben Chaim era un distinguido rabino de Fez que escribió un Bestiario Fantástico(5) además de notorias obras difusas y sutiles sobre cuestiones veterotestamentarias.
Al día siguiente, 15 de Junio de 1990, Claudio Ametller Font responde de nuevo a Carbó indicándole que el oyó los graznidos esa misma noche y cuando salió a la ventana contempló una ave de unas dimensiones entre 10 y 15 metros. Además indica que volvió a ver al animal la noche del 3 de Junio y recoge las narraciones de otros vecinos que fueron testigos el 4 y 5 de Junio.
A partir de aquí las cartas se suceden hasta un total de 51 que se extendieron hasta el 7 Septiembre. Algunas son puramente humorísticas, mientras que otras insisten en lo señalado: tamaño de unos 10 metros, silueta de paloma o la de una mutación.
Paralelamente se suceden cartas y artículos de opinión de plumas más o menos famosas en la prensa barcelonesa, una encuesta en el mismo rotativo, y hasta reuniones espontáneas en la montaña de Montjuïc para ser espectadores de primera del vuelo del ave.
No solamente en Barcelona
No solamente en la Ciudad Condal hubo testigos de tales avistamientos. Antonio Parera en una carta aparecida el día 26 de Junio relata que en el municipio de Gava, a 18 km de la capital catalana, observó un ave "de unos 10 metros, negra y escalofriante en sus graznidos".
Antonio Insa Rabos de Sant Joan Despí, a 11 km de Barcelona, declara en su carta del 27 de Junio haber contemplado dos veces pasar un ave en dirección a la capital emitiendo graznidos, pero de un tamaño mucho más reducido, "de unos 1,50mt de punta de ala a punta de ala.
El 8 de Julio aparece una carta de Gabriel Robledillo, relatando su avistamiento del 22 de Junio. Se trasladaba de El Vendrell a unos 60 km al sur de la Ciudad Condal, hacia la localidad de Bellver del Penédes cuando escuchó un extraño ruido. Entonces pudo contemplar un pájaro grandioso, de color negro, que llevaba alguna cosa de color claro entre las patas. El testigo paró el coche, apeándose para observar con más atención. Otros automovilistas se detuvieron en la calzada "pero al ver al gigantesco animal sus conductores presa de pánico se dieron a la fuga"
En una carta mucho más tardía (2 de Agosto), Juan Girgas de Figueres, expone que cuando regresaba de una discoteca el sábado (6) por la noche se estrellaron contra un ciprés debido a que un "gran pajarraco, similar a un pteranodonte", después de revolotear varias veces, lanzó una andana de excrementos (7)
El lugar de autos eran los pantanales gerundenses de L' Emporda, a más de 100 km de Barcelona.
También en Salou, a unos 100 km, pero hacía el sur, hubo testigos del avistamiento. Y en Montornés del Valles.
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